Marcha el 24 de abril: ¡Por la nacionalización de todas las empresas cerradas y tomadas!

En Defensa del Control Obrero y la Cogestión Revolucionaria

Desde sectores de la oposición y reformistas dentro del campo revolucionario se está generando la matriz de opinión en contra del control obrero y de la cogestión. La responsabilidad de ese fracaso se está poniendo sobre las espaldas de nosotros los trabajadores.

Se dice que los trabajadores queremos convertirnos en empresarios de las empresas recuperadas y ocupadas y demás mentiras que el único fin que tienen es desprestigiar la idea de que los trabajadores podemos gestionar no tan sólo las empresas si no el conjunto de la economía del país.

Los trabajadores de las empresas ocupadas lo que hemos venido resaltando desde hace tiempo y así lo señalamos en las resoluciones del 2º encuentro de FRETECO en octubre de 2006 en Caracas es que lo que está fracasando es la cogestión con los empresarios, que está significando un engaño a los trabajadores y al Presidente Chávez en un intento desde los sectores burocráticos y reformistas de resucitar la idea reformista de la creación de empresas mixtas entre empresarios, gobierno y trabajadores, y que podamos rescatar el parque industrial Venezolano.

Esta idea de la colaboración con los capitalistas sólo puede llevar al desastre a la revolución. Los capitalistas no tienen el más mínimo interés en desarrollar el país y han conducido al pueblo venezolano a la miseria. Los capitalistas son meros testaferros del imperialismo en su política de saqueo de Venezuela y de toda América Latina. Es necesario expropiarlos y que el gobierno y los trabajadores tengan en sus manos las palancas básicas de la economía para ponerlas al servicio del pueblo y no de un puñado de empresarios parásitos que le chupan la sangre al pueblo trabajador.

Esta campaña contra los obreros de las fábricas ocupadas se da en un contexto donde el sabotaje contra la revolución de los capitalistas a través de la subida de precios y estimulando la escasez ha aumentando, en un intento de frenar el giro hacia la izquierda que está planteando el presidente Chávez y que comenzó a principios de año con la nacionalización de varias empresas (Electricidad de Caracas, CANTV).

Este sabotaje también se traslada a las empresas ocupadas y recuperadas o que están en cogestión. La lentitud e ineficacia de la burocracia es la causa de las dificultades de estas empresas, no los trabajadores. Muchas de ellas no han empezado a producir como Sideroca (Zulia) o Cumanacoa (Sucre) o Invetex (Cojedes) por trabas burocráticas. Otras como Invepal, donde actualmente se está produciendo, pero que fue intervenida por el estado y arrebatado el control obrero de la empresa a sus trabajadores.

En Inveval que está bajo control obrero y está expropiada desde 2005,  PDVSA incomprensiblemente se ha negado a comprar las valvulas que los trabajadores han reparado y de suministrarles más para poder trabajar. Al mismo tiempo los trabajadores reclaman la expropiación de Aserven una fundidora del estado Cojedes propiedad del golpista Sosa Pietri antiguo propietario de CNV y que es indispensable para que Inveval produzca válvulas para la industria petrolera.

En Sanitarios Maracay llevan más de 4 meses desde que la empresa de 600 trabajadores fue tomada y puesta a producir bajo control obrero.Sin embargo no ha habido mínima respuesta del gobierno a la demanda de nacionalización de los trabajadores y la integración de la empresa en los suministros de salas de baño en los planes habitacionales del gobierno y así ayudar a resolver el déficit de vivienda.

Otros trabajadores como los de la cooperativa INAF en Cagua se han unido a la lucha por la nacionalización bajo control obrero conscientes de que una cooperativa no puede sobrevivir en medio de la competencia capitalistas y que la única salida es la estatización por parte del gobierno.

Muchos de estos proyectos que lanzó el comandante Chávez estan siendo saboteados por la burocracia. El pueblo, las comunidades y le resto de los trabajadores deben conocer la verdad. Los trabajadores no queremos ser propietarios de las empresas. De hecho estamos planteando que todas las acciones de las mismas pasen a manos del estado y al mismo tiempo se ponga bajo el control de los trabajadores de las empresas, de las comunidades y del resto de la clase trabajadores en colaboración con el gobierno revolucionario.

Toda la producción de estas empresas se debería coordinar en un plan económico socialista donde su producción se destinara a satisfacer las necesidades del pueblo y no en función de la búsqueda de la rentabilidad capitalista.

El sabotaje contra las empresas ocupadas por los trabajadores es un sabotaje al desarrollo endógeno del país, pues se pone trabas a empresas bajo control obrero que podrían resolver los problemas del conjunto de las comunidades. Los capitalistas son incapaces de hacer avanzar nuestro país, sólo los trabajadores podemos rescatar la industria nacional y ponerla a funcionar. Por todo ello demandamos que se resuelva inmediatamente los problemas de estas empresas, se terminen las trabas burocráticas, la lentitud y la ineficacia para que los trabajadores puedan desarrollar la actividad productiva, política y social enmarcada dentro de las necesidades del conjunto del pueblo trabajador.

Los trabajadores de fábricas ocupadas y recuperadas somos conscientes de que nuestra lucha es la lucha contra el capitalismo y por una Venezuela socialista en donde la clase trabajadora esté al frente de esta revolución aliada con los campesinos y las comunidades. Hay que extender la toma y ocupación de fábricas por toda Venezuela y expropiar de un modo revolucionario, desde la base, a los capitalistas e implementar desde los obreros una economía socialista tal como está propugnado el Presidente Chávez.

Al mismo tiempo reclamamos al Gobierno Revolucionario, la nacionalización inmediata de todas las empresas ocupadas, bajo control obrero, demandando su estatización completa, con el 100% de propiedad del estado y bajo control de los trabajadores en colaboración con las comunidades y el gobierno revolucionario, como único medio de implementar auténticas empresas socialistas en Venezuela y garantizar el desarrollo endógeno que propugna el Presidente Chávez.

Agradecimiento