Debate sobre la revolución venezolana en la Fiesta del PCE. ¿Aclaración o confusión?

Dentro de los actos que se realizaron durante las fiestas del PCE, destacó uno sobre "La construcción del Socialismo en América Latina", donde hablaron como ponentes Manuel Monereo y Óscar Fonseca. ¿Aclararon los dos compañeros ponentes si a lo que asistimos en Venezuela es una revolución y que la perspectiva del triunfo del socialismo es algo bastante factible, que no es ninguna utopía? En mi opinión no.

La situación revolucionaria que vive actualmente América Latina debe ser objeto de especial atención por parte de todo comunista. Hoy, a diferencia de lo que ocurría hace algunos años, la revolución ha dejado de ser una idea abstracta oculta en los libros de historia para convertirse en una realidad viva con la que todo comunista debe enfrentarse en sus tareas prácticas.

Esto supone para todo revolucionario una tremenda ilusión, pero también supone una enorme responsabilidad, ya que, en última instancia, el destino de la revolución dependerá de que exista una dirección revolucionaria que lleve el programa socialista hasta sus últimas consecuencias, acabando definitivamente con el sistema capitalista en América Latina, y en todo el mundo, y construyendo una sociedad socialista donde desaparezca definitivamente la explotación del hombre por el hombre. Esto es al menos lo que debería defender con claridad todo aquel que hable en nombre del comunismo.
Dentro de los actos que se realizaron durante las fiestas del PCE, destacó uno sobre "La construcción del Socialismo en América Latina", donde hablaron como ponentes Manuel Monereo y Óscar Fonseca. ¿Aclararon los dos compañeros ponentes si a lo que asistimos en Venezuela es una revolución y que la perspectiva del triunfo del socialismo es algo bastante factible, que no es ninguna utopía? En mi opinión no. Óscar Fonseca, en su exposición llegó a decir que "no se puede saber bien si se trata de gobiernos de izquierda o de derecha" en referencia a Venezuela y Bolivia, y evitó en todo momento caracterizar como revolucionarios los procesos que se viven en estos países. Asumiendo ese punto de vista resulta complicado aprovechar todo el potencial de solidaridad de clase que podrían despertar en Europa los movimientos revolucionarios que se producen en el continente latinoamericano.
En mi opinión, y así lo defendí desde el público, en Venezuela, donde las masas pobres han derrotado un golpe de Estado en el año 2002, el golpe de Estado más corto de la historia, que sólo duró 48 horas; donde la clase trabajadora ha combatido un Paro Patronal, impuesto por el imperialismo y por los sectores privilegiados de la sociedad venezolana, ocupando las industrias e instalaciones petroleras, y poniéndolas de nuevo en marcha por su cuenta; o donde ahora se va aprobar una Reforma Constitucional donde se prohíbe el latifundio, ¡¡se está desarrollando una Revolución!! Igual que en 1917, cuando estalló la Revolución Rusa, o en 1789, cuando estalló la Revolución Francesa, hoy en Venezuela las masas han entrado en la escena política, abandonando la apatía que durante tantos años les ha mantenido al margen de la política, y han empezado a actuar para cambiar el destino de sus vidas.

Reforma o revolución

Otro de los ponentes, Manuel Monereo, indicó, al calor del debate, que la cuestión de "reforma o revolución no tenía actualmente importancia". Cuestiones tan fundamentales como la gestión obrera de las fábricas, la reforma agraria o la nacionalización de la banca, la resistencia de la burocracia estatal a la revolución, es decir, la necesidad de superar esa resistencia mediante la construcción de un nuevo Estado, cuestiones en las que se centra el debate actualmente en Venezuela, se obviaron totalmente en la exposición. Los militantes comunistas que acudimos a un acto sobre el Socialismo en América Latina queremos debatir sobre qué dirección debe tomar la revolución, y nos resulta extravagante que cuestiones tan fundamentales como la nacionalización de la banca y de los medios de producción o la expropiación de los latifundistas para llevar a cabo la reforma agraria no se expliquen en un acto de este tipo. ¿No resulta un error que este tipo de cuestiones ni siquiera se aborden en un acto sobre América Latina que se desarrolla en la Fiesta del PCE? ¿No es acaso la ruptura con el sistema capitalista la principal cuestión que se está planteando en Venezuela?
Otra idea que se desprendió claramente de la exposición de los ponentes es que las masas venezolanas no son suficientemente maduras para asumir estas tareas. Sin embargo, estas mismas masas han demostrado continuamente su absoluta capacidad para enfrentarse a los constantes ataques del imperialismo y de la oligarquía venezolana. ¿Quién paró el golpe de Estado? ¿Quién reanudó la industria petrolera, acabando con el boicot de la patronal?
Las masas revolucionarias han demostrado a lo largo de la historia su enorme voluntad de transformar la sociedad, pero es necesaria una dirección y una organización política revolucionaria. Por eso hemos dado desde Manos Fuera de Venezuela (MFV) la bienvenida a la formación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y aplaudimos la participación de los marxistas revolucionarios de Venezuela en este proceso para luchar por una orientación genuinamente comunista, en las tradiciones de Lenin y de Trotsky. El triunfo de la revolución venezolana será un tremendo impulso a la revolución mundial.

Agradecimiento