¿Cómo pasar de nuevo a la ofensiva en la lucha por el socialismo en Venezuela?

La clase trabajadora debe tomar la iniciativa y ponerse al frente de la revolución

En las pasadas elecciones a la reforma constitucional, el movimiento bolivariano vivió una tremenda sorpresa al ver que el NO triunfaba. Ni la misma oposición se lo esperaba; para ellos también fue una sorpresa, ya que no esperaban la victoria. Esperaban una derrota por estrecho margen y con eso montar una campaña de desestabilización e intentar por todos los medios que no se aplicase la reforma; tenían todo preparado, incluso yendo a un enfrentamiento. Aunque las calles no les favorecen. Las calles todavía no le son favorables a la oposición, porque fue una victoria chucuta.

 

La oposición con respecto a las elecciones presidenciales, sólo aumentó en alrededor de 150 000 votos, lo que supone un aumento de 1% aproximadamente, prácticamente un aumento nulo. Esos pocos votos ganados lo más seguro es que hayan sido de muchos funcionarios, esos que viven de la revolución con buenos cargos, y a los que no les gusta mucho la idea ésa de la radicalización de la revolución, y mucho menos ir al socialismo. ¿Por qué? Porque ellos están bien sin el socialismo, éste supondría perder poder y privilegios. La oposición cuenta con la misma base social electoral que cuando Chávez ganó la reelección. Su victoria se basó en la abstención de los chapistas, chavistas que no votaron a la derecha, cosa que es importante destacar. Así como todavía existe una capa dura de las masas que se mantiene firme, las que protagonizaron el cierre de campaña por el SÍ en las calles de Caracas justo dos días antes de las elecciones. En las calles se vio realmente cuál es la verdadera correlación de fuerzas; esto lo sabe la burguesía, que exagera su triunfo.

Pero ¿Cuál fue el logro de la derecha? ¿O cuál fue su avance? Para contestar a esta pregunta es necesario observar varios factores, que influyeron en que un sector de las masas no quiso ir a votar.

Tomemos dos extractos del documento aprobado en el IV congreso (abril del 2007) de la Corriente Marxista Revolucionaria, en el apartado "Las tareas pendientes de la revolución":

"La revolución no puede avanzar sólo sobre la base de discursos. Ni siquiera acciones que ataquen parcialmente los intereses del capital. Como ya hemos analizado, Chávez intenta llevar medidas en beneficio de las masas por ahora sobre la base del excedente de la renta petrolera y con toda una serie de reformas que van en sentido opuesto de lo que los burgueses están haciendo en todo el mundo capitalista, incluidos los países avanzados. Mientras en todo el mundo capitalista se reduce el gasto social, desmantelan servicios públicos no rentables desde un punto de vista capitalista y se privatizan los rentables, en Venezuela se amplían los gastos de salud y educación, se intenta ampliar el acceso a estos, se construyen ferrocarriles,..."

"Otro aspecto que, junto al mantenimiento de la propiedad privada de los medios de producción, lastra inevitablemente el desarrollo de la revolución y obstaculiza que llegue al final es el no desmantelamiento del aparato estatal creado por la burguesía, el burocratismo, la corrupción, la influencia de la oligarquía sobre el aparato estatal son manifestaciones del carácter de clase capitalista de ese aparato estatal heredado de la IV república. Hasta ahora Chávez ha tratado de utilizar ese aparato estatal para llevar a cabo muchas de sus medidas o construir elementos de un nuevo aparato al lado de éste pero sin acometer su destrucción. El resultado inevitable es que ha encontrado y va a encontrar más obstáculos para llevar a cabo medidas revolucionarias."

Como explica la dialéctica, todo tiene su base material. El descontento de este sector de las masas se ha expresado a través de las urnas electorales. Pero ese descontento precisamente tiene su base material, está en la precariedad en la que aún viven los sectores populares (a pesar de los planes como las misiones, y otras medidas), producto de mala gestión de funcionarios, alcaldes, gobernadores y autoridades burócratas. ¡Fue una abstención de rabia contra la burocracia! En muchos sectores populares después de tantos años de revolución, existe suciedad, delincuencia, inseguridad, desabastecimiento y otra serie de calamidades. Ellos necesitan que la revolución resuelva los problemas. Después de 9 años de revolución esto es intolerable para las masas, que son quienes ponen el sudor y la sangre. Como dice Alan Woods "Las masas pueden sacrificar su hoy por su mañana, pero sólo hasta cierto punto", están dispuestas a sacrificar su hoy por su porvenir sólo si ven seguro su porvenir. Además, el socialismo para las masas es algo muy concreto. Un empleo estable y digno, salud de calidad, buena educación, conseguir una vivienda digna, etc.

En todas estas cosas la revolución sin duda ha tenido avances, pero no al ritmo suficiente como para resolver los problemas más acuciantes.

 

Los obstáculos de la revolución socialista en Venezuela

¿Cuáles son las raíces de todos estos problemas que no se terminan de resolver? Están enraizados en dos aspectos. El primero es el mantenimiento de la propiedad privada de los medios de producción. La burguesía aún mantiene en sus manos las principales palancas que mueven la economía,como los monopolios o grandes empresas, los latifundios o los bancos. Controla toda la red de producción, almacenamiento y distribución de los alimentos (leche, azúcar, café, etc.). Chávez ha tomado medidas (por ejemplo, los controles de precios y la creación de nuevas centrales paralelas a la de los capitalistas) a favor de las masas como lo hemos señalado más arriba, pero éstas entran en contradicción con los límites del capitalismo. Chocan contra la dinámica de la economía de mercado, donde se produce para el mercado y el máximo beneficio del patrón o junta de patrones, y no para las necesidades de la población. El gobierno ha intentado regular la economía. Pero ésta se regula por la ley de la oferta y la demanda. Bajo el capitalismo la economía es caos y anarquía, en beneficio de unos pocos. Habrá que subrayar que las empresas o centrales creadas por el gobierno, paralelas a las de la clase dominante, al no estar bajo Consejos de Obreros y junto a los sectores populares, terminan minadas por el aparato del estado que las burocratiza y terminan sin cumplir sus objetivos, sueños rotos. Al mismo tiempo que no pueden existir islas socialistas. No es viable una empresa o central bajo control obrero, en medio de un mercado capitalista, compitiendo con empresas y centrales capitalistas.

Ante las medidas de Chávez y el gobierno a favor de las mayorías, evidentemente los capitalistas responden. Aquí es donde la burguesía demuestra que tiene métodos tradicionales de lucha así como el proletariado. Puestos en prácticas en todas las revoluciones. Usan su poder económico para presionar y chantajear, saboteando la economía, y tratar de estrangular a la revolución. Bajando la producción, sacando fuera de circulación los productos alimenticios, creando el desabastecimiento y con ello la subida de precios, generando una subida de la inflación que golpea especialmente a los sectores populares. Entonces, cuando el ama de casa o cualquier otra persona del sector popular, se dirige al abasto o automercado y se consigue con que faltan productos, además de que su poder adquisitivo disminuye, se molesta. Pero se enfurecen aún más cuando escucha al ministro o funcionario negar que haya desabastecimiento y que la inflación esta bajando o en su defecto está estable, cuando realmente no hay leche, azúcar, café, etc., con largas colas y además la inflación subiendo. El mismo método que aplicaron los capitalistas contra la revolución rusa, la nicaragüense, etc. Estos funcionarios son incapaces de ver el saboteo que los capitalistas les hacen en sus narices. Y eso irrita a los sectores populares.

El mismo saboteo se da en cuanto a la producción de viviendas, que a pesar de todos lo esfuerzos del gobierno (soltando mucho billete) la derecha a través de sus grandes empresas y monopolios de la construcción se han dedicado a hacer negocios (y a obstaculizar los planes) ¡como capitalistas que son! y el gobierno despilfarrando dinero que termina en los bolsillos de la contrarrevolución, con el mismo que luego financian los planes contrarrevolucionarios. Ningún capitalista invierte en una revolución. Son intereses de clases opuestos e irreconciliables. Tampoco el sector privado está creando empleos, porque no están creando nuevos parques industriales, ni renovándolos. Lo que están haciendo es obtener jugosos negocios. El empleo que se ha producido ha sido también fruto del esfuerzo del propio gobierno pero no a un ritmo significativo. Por eso es la propuesta de la reforma, para radicalizar y profundizar la revolución. Estas cuestiones también golpean especialmente a los sectores populares, que no tienen las mismas facilidades de los pudientes.

La contrarrevolución usa todo su poder para sabotear la economía y los planes del gobierno generando, como se dice más arriba, desabastecimiento, escasez, subida de precios, inflación, etc., para golpear a las masas. Para entonces decir que todo eso es fruto de la revolución, de que lo que único que se puede esperar del socialismo es caos, desorden y anarquía. ¡No queremos una Cuba en Venezuela! Es la consigna de la oposición. Todo lo que ocasiona su saboteo lo usan de forma demagógica contra la revolución, con la finalidad de ir creando el escepticismo entre las masas hacia la revolución. Creando entre un sector de ella o buena parte de ella (su objetivo) la apatía y al desencanto que las lleve a la neutralidad. O mejor aún, cambiar la correlación de fuerzas, y entonces poder asestar el golpe definitivo a la revolución bolivariana. Ése es el peligro a que se enfrenta la revolución. El peligro del exceso verbal sobre el socialismo. Eso de que ganó la democracia es mentira, hay que decir las cosas como son. Decía Trotsky "La verdad siempre es concreta". Esto es una seria advertencia para todos los revolucionarios. Estas elecciones mostraron las carencias que aún lastra la revolución. Por eso la protesta a través de la abstención, es un llamado de atención. Hay que valorar al enemigo en su justa medida. Decía Trotsky "Es un peligro tomar al enemigo por imbécil"

El segundo aspecto es que no se ha abolido el viejo estado burgués cuarto republicano. Si bien está debilitado, llega un momento en que, si no se les sustituye, empieza a crear serios problemas a la revolución. En esencia, el actual aparato sigue siendo el de la burguesía, aun cuando ésta ha perdido el control político directo sobre el mismo. Está creado para ir en contra de todo lo que sea progresista, y a favor de las mayorías. La estructura del estado es la que alimenta a la burocracia y la corrupción, que se basa en la falta de control de los funcionarios. Pero algunos dirán que habrá que crear elementos de control para que entonces sí sean efectivos. Hasta la ultima pieza o engranaje del estado está hecho a la semejanza de la burguesía. Por ello, todo lo que se cree bajo ella tenderá a amoldarse a la imagen de la burguesía. Amoldarse a la avaricia, corrupción, individualismo, etc.

Habrá que hacerse una pregunta ¿sirve la contraloría social? Hay que ser claros en este punto, no ha solucionado los problemas contra la burocracia, y tampoco los solucionará. Lo demuestran todos estos años de revolución. Todos los organismos que se creen en el aparato para frenar la burocracia, repetirán y se acoplarán a la estructura del estado. Todo lo que se haga dentro de las estructuras de las instituciones, tendrá como consecuencia más contradicciones, y se volverá en su contrario.

Todas esas contradicciones lejos de hacer que todo mejore, terminan teniendo el efecto contrario. No permiten solucionar los problemas. Además, a la mayoría de los funcionarios les interesa más la comodidad de sus cargos que estar resolviendo los problemas de la gente. Esta gente es incapaz de tomar medida alguna contra el saboteo de los capitalistas porque ellos están vinculados precisamente a ese aparato. Les temen más a las masas que a la contrarrevolución.

Los obstáculos de la revolución son por una parte que las principales palancas de la economía siguen estando en manos de los capitalistas y que no se ha sustituido el viejo aparato heredado de la cuarta república.

 

Sí hay madurez para ir al socialismo

La condiciones para ir al socialismo jamás han sido tan favorables como ahora. No hay que olvidar que no se puede entender el desarrollo de la revolución bolivariana sin observar el panorama internacional. Estamos viviendo la crisis más profunda del capitalismo en su historia, la descomposición de la sociedad burguesa.

Cuando vemos la situación mundial ¿que tenemos? Crisis económicas, políticas, sociales, guerras, invasiones, conflictos diplomáticos, aumento de la miseria, desempleo (incluso en los países más avanzados), desastres climatológicos y ambientales, etc.

Donde la crisis se está apreciando con cada vez más agudeza es en el campo económico internacional. El crecimiento económico mundial se basa en un 60% en la especulación inmobiliaria, especialmente dependiente de los Estados Unidos, es decir sobre bases no sanas. Y a su vez el 60% de la producción petrolera mundial se comercializa por las bolsas internacionales (que están en crisis). Al mismo tiempo esto demuestra claramente lo que afirmaba Marx. El desarrollo del capitalismo tenderá cada vez más a la dominación del mercado mundial. Cada vez todos los países se ven más atados a la explotación del comercio mundial.

La principal potencia mundial como es EEUU pasó de ser el mayor acreedor a ser el mayor deudor. Su deuda actual asciende a 48 billones de dólares, que es la media del PIB mundial. Está endeudada toda la sociedad norteamericana, debe el Estado, los capitalistas, banqueros, y la población. Además de estar empantanados en la intervención en Irak, gastando por semana dos mil millones de dólares, están descuartizando la economía norteamericana. Esto junto a la crisis inmobiliaria que amenaza con expropiar a dos millones de personas de sus viviendas, porque no pueden pagar la hipoteca. La misma oposición en Venezuela debería preguntarle a los norteamericanos ¿Quién te quita tu casa y tu carro? Y les responderán ¡los bancos!, es decir los capitalistas. De este modo una minoría expropia a una mayoría.

La crisis inmobiliaria de Estados Unidos amenaza con extenderse a otros sectores de la economía, y conducir hacia una recesión no sólo en EEUU sino a nivel mundial. Ni siquiera China puede ocupar el papel de EEUU porque sus mercancías baratas (sobre la brutal explotación de los obreros chinos) dependen del consumo en EEUU.

Todos los países del mundo dependen del comercio mundial, se ha demostrado que con la caída de una bolsa tiene lugar una reacción en cadena. Norteamérica esta arrastrando al mundo a una recesión mundial, muy superior a la de 1929. El nivel de interdependencia con respecto al mercado mundial es cualitativamente muy superior. Además de ser una época del resurgir de la lucha de clases en todo el mundo.

Por todo esto, la crisis del capitalismo es tan profunda, que no admite ninguna concesión. No debemos ver a la revolución en Venezuela fuera de todo esto, precisamente ver su desarrollo e interacción con la situación mundial, y viceversa. Bajo el capitalismo no hay salida para los trabajadores y la juventud, ni para las mayorías oprimidas. O se avanza al hacia socialismo, o nos encaminamos a la barbarie. Justamente de esto se nutre la revolución bolivariana. No existe margen para maniobrar.

La clase obrera europea está comenzando a estirar los músculos. La clase dominante de Europa ve el futuro de su continente, en la América Latina actual.

 

Sí era el momento para la reforma constitucional

Los marxistas siempre explicamos que las leyes en determinados contextos, pueden servir para ayudar en el avance de la conciencia de las masas. Siempre y cuando sea en interés de la revolución. Sirven sólo para hacer avanzar la conciencia, pero más no para llevar al triunfo de la revolución. El socialismo no va a triunfar por medios de juegos legales en el marco de la institucionalidad, sino que triunfará con los obreros en las fábricas, los campesinos en los campos, los soldados en las barricadas y junto al pueblo en las calles.

Por vía institucional es imposible construir el socialismo. Ésa es una de las lecciones de estas elecciones. La mayoría o todos los funcionarios de las instituciones del Estado sabotearon la campaña por el SI. ¡Las bases lo saben muy bien!

Esta reforma no era igual a la de los socialdemócratas. No estaba vacía, sino que tenía contenido. Consejos Obreros con reducción de la jornada laboral a 6 horas ¡reivindicación histórica de la clase obrera internacionalmente! (¿que patrón o burócrata esta de acuerdo con esto?), Consejos de campesinos, comunales y estudiantiles, que unificados significan la base de un nuevo estado revolucionario desde las bases. No sólo la misma burguesía puso todas sus fuerzas contra la reforma sino también el mismo aparato del estado a través de sus representantes, estos últimos sin explicar nada y ocultando propaganda. No les interesaba la aprobación de esta reforma.

Todas estas medidas que se implementarían iba contra la burguesía pero también contra los falsos camisas rojas. Pero entonces alguien se preguntará ¿por que se perdió? Se perdió porque no fue acompañada de medidas. El discurso contra la burocracia se está prolongando mucho, y la gente dice que ya es hora de concreciones.

Hubiera sido cualita y cuantitativamente distinto si junto con la reforma se hubiera expropiado a la agro producción en manos de la oligarquía y puesto bajo control obrero y popular creando Consejos de trabajadores y uniéndolos a los Consejos Comunales. Para garantizar cuánto se produce (según las necesidades de la población), cómo se produce y para quién se produce (si para el mercado o para las necesidades de la población), asegurar su distribución y ajustar los precios accesibles y justos para las familias trabajadoras y campesinas. Esto habría roto el saboteo de la derecha, y habría ganado apoyo para votar por la aprobación de reforma.

Si en poco tiempo se lograron remodelar estadios de fútbol, y construir otros nuevos (grandes), ¿por qué no se pueden construir en seis meses 250 000 mil viviendas? El problema es el saboteo de la derecha, y también la incapacidad de muchos dirigentes de tomar medidas, la gente no ve presos por corrupción ni dirigentes desplazados por negligencia. Si se estatizan los monopolios de la construcción bajo control obrero, con Consejos de Obreros y junto a los Consejos Comunales, Estudiantiles y Campesinos, se planifica la construcción no sólo de más vivienda a un ritmo para paliar la demanda, sino también para acelerar la remodelación de la infraestructura del país, que es lo que quiere la mayoría y el propio Chávez y se demuestra en la práctica cómo seria el nuevo estado luego de la reforma, se demostraría sobre los hechos la superioridad la propuesta de la reforma constitucional; la gente vería actuando a los Consejos Obreros, Comunales, Estudiantiles y Campesinos de forma unificada y resolviendo los problemas con muchísima eficacia. Aplicando esto mismo a todos los problemas para resolver los problemas más acuciantes de las masas, cambiando las bases materiales que originan la delincuencia. Se acabaría de forma significativa con el problema de la inseguridad. Con esto se habría ganado la reforma con 7 millones de votos, incluso más. Y la derecha hubiera sido aplastada de nuevo pero con más fuerza. Ningún plan desestabilizador podría oponer resistencia, y si lo hubieran hecho serían fácilmente derrotados por las manos de los obreros, soldados revolucionarios (la mayoría, hijos de familias trabajadoras y campesinas) y el pueblo.

Así que no se perdió la reforma por falta de conciencia. Ésa es una mala conclusión. En diciembre de 2006 votaron por Chávez y por el socialismo. Las masas han demostrado un alto nivel de conciencia cada vez que la revolución ha sido seriamente amenazada. Han sido ellas las que la han salvado una y otra vez, y decir ahora que tienen un bajo nivel de conciencia no parece algo justo. Además, muchos de los que no votaron, a la hora del peligro mayor, defenderían la revolución. Uno, porque ellos saben qué significa la cuarta republica. Y dos, porque la memoria de las jornadas de abril del 2002 aun están muy frescas. Pero lo que no se puede hacer es tener a las masas en un estado permanente de efervescencia, ellas también tienen un límite y se cansan, estamos hablando de seres humanos. Están pidiendo mano dura.

 

El próximo periodo

Esta ha sido una "victoria" parcial de la burguesía. Mas no significa el fin de la revolución. A pesar de los resultados de las elecciones la correlación de fuerzas sigue siendo favorable a las masas.

Esto se demuestra en el hecho de que la contrarrevolución debe apoyarse en el sector reformista del movimiento bolivariano para poder plantear la reconciliación nacional. Toda la presión de la burguesía será en ese sentido durante el próximo periodo. El ala de derecha del movimiento presionará también en este sentido. Las bases están sacando conclusiones a la izquierda, están furiosos contra la burocracia. Las masas han pasado por otra fase de la escuela de la experiencia. Ahora ven las cosas más claras. La idea de la boliburguesia la entienden mejor ahora. Hay una radicalización entre las bases.

La polarización a izquierda y a derecha seguirá agudizándose, y más dentro del movimiento. Hacia la derecha, es decir, hacia la conciliación continuarán presionando al presidente. Lo cual exige hacer concesiones, y todo indica que Chávez no esta dispuesto a hacerlo. Dijo "con el pasado no hay posibilidad de dialogo" y "con el pacto de punto fijo nada" señaló.

La burguesía está claro que intensificará su saboteo económico, porque ha entendido el mensaje.

En cierto aspecto se puede hacer una analogía con la revolución cubana, en el sentido de que mientras el imperialismo más presiona y aprieta contra la revolución, ésta más gira hacia la izquierda expropiando a la burguesía. Hay que recordar lo que el presidente Chávez dijo en el cierre de campaña por el SI. Que no esta dispuesto a frenar la revolución, también lo que le dijo a Fedecamaras. En un determinado momento que obligasen a Chávez "a torcer el brazo" como lo dijo el mismo, esto tendría un efecto eléctrico entre las masas, las pondrían en pie de guerra. Necesitan mucho más que un No como el del 2-D para derrotar a la revolución, y ellos lo saben. Pero otra idea importante es que si Chávez amenaza y amenaza, y no actúa, la derecha esta haciendo su campaña de desgaste con la economía para sembrar el escepticismo entre la base.

El triunfo del NO le da más oxigeno a la oposición, pero están conscientes de que lo tienen cuesta arriba. Ellos seguirán jugando al desgaste como lo han hecho hasta ahora, ya que les ha funcionado. Al mismo tiempo el riesgo que corre la contrarrevolución es provocar a las masas, una respuesta revolucionaria desde abajo.

La idea del control obrero y las ocupaciones de fábricas, se extiende cada vez más entre capas de obreros. Trotsky hablaba del proceso molecular de la revolución, hay proceso de toma de conciencia en la clase obrera. Aquellos que piensan que la clase obrera por su bajo nivel de conciencia no jugara ningún papel en la revolución ¡se equivocan de cabo a rabo! ¡Ya verán la lección que les darán los obreros a los escépticos!

La derecha sabe que cuesta un mundo aplastar la idea de la revolución, sobre todo de la mente de los obreros. Aún no se ha expresado con más contundencia la fuerza obrera, que ha sido el punto débil de la revolución bolivariana. Un intento de golpe de estado pondría a la clase obrera en pie de guerra, esto lo saben la burguesía y el imperialismo, ha pasado en otras revoluciones.

 

Las tareas de los marxistas revolucionarios

Los acontecimientos están empujando a las masas a conclusiones cada vez mas avanzadas. Están exigiendo explicaciones y quieren sacar a los oportunistas del movimiento bolivariano. Los revolucionarios debemos dotarlas de un programa genuinamente revolucionario, para que las mismas masas hagan la revolución, sacando a los quinta columnas y así derrocar al capitalismo. Al final el factor subjetivo es decisivo. Es necesario construir una corriente marxista agrupando a los verdaderos revolucionarios dentro del PSUV y el movimiento bolivariano, que permita dar la batalla contra todos estos elementos ajenos al avance de la revolución. Un mando claro políticamente, con nervios de acero sin dejarse llevar por la campaña de horror de la contrarrevolución, y dispuesta a ir hasta el final. Un movimiento como éste arrastraría a Chávez más hacia la izquierda.

El movimiento obrero es clave para la revolución. Si la clase obrera no se pone la frente de la revolución ésta seguirá teniendo problemas.

El papel de los principales dirigentes de la UNT y sus tendencias ha sido el de dividir a los obreros, incapacitándolos para jugar su papel. Es necesario ¡y el tiempo corre en contra! revertir esta situación. Llamemos a todos los dirigentes sindicales, de la UNT y organizaciones revolucionarias para hacer el balance del 2-D y de cómo se ponen de acuerdo (dejando a una lado las diferencias) para organizar a los trabajadores y ponerlos al frente de la revolución. Sobre la base de un programa y un plan de lucha. ¡A la clase obrera no se la unifica simplemente con discursos y elecciones! Y quien siga en esta tónica, lo que podemos vaticinarles son más estrellones. Sólo se la puede unificar en la lucha en la fábrica y en la calle.

Por ejemplo, si se hubiera puesto un plan en marcha de los trabajadores para tomar la Polar (hay la fuerza para hacer eso y mucho más) y la agroindustria y, ponerla a producir bajo control obrero, creando los Consejos de Trabajadores. Permitiría haber acabado con el sabotaje de la oligarquía. Que junto a los Consejos Comunales y soldados revolucionarios garantizarían su distribución, terminando así con la escasez producida por los capitalistas. Se hubiera dado un ejemplo de cómo se construye el socialismo, y paralelamente un golpe duro a la derecha.

El eje de la lucha de los obreros debe ser la toma y ocupación de fabricas (y de tierras junto a los campesinos), creando desde abajo Consejos de Obreros y unirlos cono los Consejos Comunales y los Estudiantiles. Los comités o consejos de fábrica en un periodo revolucionario significan Control Obrero de la Producción. Y sobre la base de este programa, y plan de lucha se puede unificar a la clase obrera. Precisamente porque esto no ha sido llevado a la práctica es la razón por la cual no se ha podido unificar al proletariado. Para se debe convocar una conferencia nacional, y debatir estos puntos que son vitales para el proletariado y la revolución.

Unámonos a la Corriente Marxista Revolucionaria para luchar por estas ideas en el movimiento obrero y popular, para llevar la revolución socialista hasta el final, expropiando a los capitalistas (grandes empresas y monopolios, latifundistas y banqueros) y destruir el viejo aparato estatal burgués por uno revolucionario, basado en los Consejos Obreros y del Pueblo.

Por las consignas:

¡Toma y ocupación de fábricas y tierras!

¡Control obrero de la producción!

¡Limpieza general, fuera la burocracia!

¡Pasemos la escoba!

¡Viva la Revolución Socialista!

¡Patria, Socialismo o Muerte, Venceremos!

Agradecimiento