Exxon, Colombia y el desabastecimiento

"La fuente de poder no está en una ley, previamente discutida y aprobada por el parlamento, si no en la iniciativa directa de las masas populares desde abajo y en cada lugar, en la toma directa del poder, para emplear el término en boga."  

(Lenin, refiriéndose a las características del gobierno revolucionario de la Comuna de París).

El Presidente Chávez ha reiterado varias veces  su voluntad de que él mismo convoque a referendo el próximo 10 de enero de 2010, luego de cumplida la mitad de su mandato presidencial. "Yo soy capaz de someterme a ese referendo e incluso soy capaz de convocarlo yo mismo con dos preguntas, ¿Quiere usted que Hugo Chávez siga siendo Presidente de la República Bolivariana de Venezuela? o ¿quiere que termine su segunda parte del período presidencial?. Del mismo modo, señaló que "la segunda pregunta tendría que engancharse con mecanismos continuos para hacer una enmienda en la Constitución. En el artículo 227, donde dice que el período será de seis años y el Presidente podrá ser reelegido por una sola vez, sólo habría que cambiar tres palabras, el periodo será de seis años y el Presidente podrá ser reelegido".


Chávez  sigue teniendo en mente la posibilidad de la reelección. El "por ahora" tras los resultados del 2-D no era una frase retórica. Para todos es evidente el papel fundamental que Chávez ha jugado en el desarrollo de la revolución. La interrelación entre Chávez y las masas es uno de los puntos más fuertes. Los discursos de Chávez han sido un acicate para la organización del pueblo y de los trabajadores jugando un papel enormemente progresista. Al mismo tiempo, Chávez siente la presión desde abajo y respira por los poros del pueblo.


La posibilidad de reelección del Presidente Chávez más allá del actual mandato constitucional es muy importante para que la revolución continúe y se pueda desterrar de Venezuela todas las lacras del capitalismo. Los sectores reformistas, burocráticos que son la quinta columna de la contrarrevolución no se atreven a cuestionar por ahora a Chávez y hablan, por lo bajo, a escondidas del Chavismo sin Chávez. La burguesía y el imperialismo saben que es un obstáculo para llevar a cabo la política que necesita el capitalismo venezolano y que él abandera la revolución. Sacar a Chávez es uno de los objetivos centrales de la burguesía, del imperialismo y de la burocracia.


Para llegar al nuevo referéndum donde sea posible reelegir a Chávez, hay antes que frenar la nueva ofensiva redoblada de los capitalistas y los imperialistas. De no hacer y no resolverse los problemas que se van acumulando, el resultado de ese referéndum, de llegar a realizarse podrían ofrecer de nuevo una sorpresa para el propio Presidente y para el conjunto del movimiento revolucionario como fueron los resultados del 2 de diciembre del pasado año.


El problema de la derrota del 2-D no fue lo complicado del contenido de la reforma, ni  la falta de conciencia del pueblo que votó un año antes por el socialismo masivamente, si no que los problemas fundamentales de las masas tras 10 años de revolución no se han resuelto pese a los esfuerzos del Presidente Chávez debido al sabotaje cada vez más creciente de la burguesía y de la burocracia.


Durante más de 3 años el gobierno del Presidente Chávez ha tenido la oportunidad para avanzar al socialismo, en definitiva para tomar el poder, expropiar a los capitalistas, los grandes monopolios, y la agroindustria para sentar las únicas bases sobre la que es posible implementar el desarrollo endógeno productivo venezolano. Sobre la base de que la economía esté sometida a la planificación democrática de los trabajadores, comunidades y campesinos del país. Y para ello el Estado debe nacionalizar, para disponer a su antojo, las palancas básicas de la economía.  


Tras la victoria de diciembre de 2006, hubiera sido muy sencilla la transformación socialista de la sociedad. Comenzó muy bien 2007 con la nacionalización de la Franja Petrolífera del Orinoco, CANTV, la electricidad de Caracas. Pero se termino allí. Como señala Alan Woods en su artículo La revolución venezolana en la encrucijada: "Las masas votaron por un cambio fundamental en sus condiciones de vida. Se demostró con absoluta claridad en las elecciones presidenciales de diciembre de 2006, cuando le dieron el mayor número de votos de la historia de Venezuela. Pero aunque se adoptaron algunas medidas progresistas, incluidas nacionalizaciones, el ritmo del cambio es demasiado lento para satisfacer a las aspiraciones y reivindicaciones de las masas.

Habría sido bastante posible que el presidente introdujera una ley habilitante en la Asamblea Nacional para nacionalizar la tierra, los bancos y las industrias clave bajo el control y gestión de los trabajadores. Esto habría roto el poder de la oligarquía venezolana. Además, se podría haber hecho de modo legal a través del parlamento elegido democráticamente, porque en una democracia los representantes elegidos por el pueblo se suponen que son soberanos. Dejemos a los abogados que pleiteen sobre este o ese punto. La gente espera que el gobierno que ellos han elegido actúe en sus intereses, y que actúe de una manera decisiva.

En lugar de acción decisiva contra la oligarquía, que habría entusiasmado y movilizado a las masas, lo que presentaron fue otro referéndum constitucional. Pero ¿cuántos referendos y elecciones son necesarios para llevar a la práctica lo que quieren las masas? La gente está cansada de tantas elecciones, tantas votaciones, tantos discursos vacíos sobre el socialismo que les presentan con un cuadro maravilloso que no se corresponden con lo que ven cada día.

¿Qué ven las masas? Después de casi una década de lucha ven que los mismos ricos y poderosos aún poseen la tierra, los bancos, las fábricas, los periódicos y la televisión. Ven a los corruptos en posiciones de poder: gobernadores, alcaldes, funcionarios del estado y del Movimiento Bolivariano, y sí, también en Miraflores, que llevan camisetas rojas y hablan del socialismo del siglo XXI, pero que son arribistas y burócratas que no tienen nada en común con el socialismo o la revolución".


Estos momentos son más favorable para que la revolución de el golpe definitivo a sus enemigos. Si se pierde esa oportunidad, generalmente por la indecisión, o política reformista de la dirección de las masas revolucionarias, la reacción toma de nuevo la iniciativa, recupera aire y dependiendo de la correlación de fuerzas intenta de nuevo una contraofensiva para aplastar a las masas. Esto, desde luego, supone una amenaza a la revolución. Aunque no quiere decir que todo esté perdido, sólo que temporalmente si no se conduce la revolución hasta el final los reaccionarios pueden retomar su ofensiva con más fuerza y si se les permite aplastarla.


La táctica de la contrarrevolución


La  situación tan favorable de los últimos años fue consecuencia de la debilidad de los contrarrevolucionarios tras las sucesivas derrotas del referéndum revocatorio en 2004, las elecciones para alcaldes y gobernadores en octubre de ese mismo año y las elecciones para la asamblea nacional en 2005. La oposición y la burguesía quedaron debilitadas y divididas tras las sucesivas derrotas por la movilización de las masas  tras el golpe de estado de 2002, el paro petrolero y las diferentes contiendas electorales. Incapaces de movilizar a su base social en la calle, ni en las urnas llevaron la táctica de negar los resultados electorales apelando al fraude, y llamando a la abstención.


Visto en perspectiva esta táctica de la oposición fue un error para sus intereses. El ejemplo más claro fueron las elecciones para la Asamblea Nacional de 2005, donde la oposición no se presentó en un intento de deslegitimar a la Asamblea. No lo consiguieron y perdieron una tribuna donde aún con un pequeño grupo parlamentario hubiera sido el complemento mejor a su política desestabilizadora y golpista durante las movilizaciones contra la no renovación de RCTV y contra el proyecto de reforma constitucional.  


El carácter de la dirigencia de la oposición es fiel reflejo del carácter de la clase a la que representan. Ignorantes, de mentalidad cerrada, históricamente han sido tan arrogantes con el pueblo, como lacayos rastreros del imperialismo norteamericano. En definitiva esta cuerda de reaccionarios es la clase política que puede generar la clase capitalista venezolana, el parásito que se alimenta de la riqueza del país a costa de la miseria del pueblo.


Tras su pírrica victoria en diciembre pasado la oposición lo más probable es que no repita la táctica de los últimos años. La victoria del 2-D los va a unir de nuevo, aunque sea temporalmente para concurrir a las próximas elecciones y ver si puede rentabilizar el descontento en la base revolucionaria. Primero, intentando conseguir buenos resultados en las elecciones a alcaldes y gobernadores de finales de este año y luego a las de la Asamblea Nacional de 2009. Para ello contará además con la base social que estuvo desmoralizada estos años y que ahora tras los resultados del 2-D ve de nuevo posibilidades de sacar a Chávez.


La burguesía y el imperialismo vuelven a la carga


En esa línea los ataques de la burguesía y del imperialismo como era de esperar se van a recrudecer allanando el camino para las elecciones próximas. Muy particularmente el desabastecimiento que tan buenos resultados dio de cara al referéndum constitucional. La idea de los reformistas de que haciendo una serie de concesiones a los capitalistas, como la subida de precios regulados para algunos rubros, se va a animar la producción carece de sentido. Lo que se va a implementar no es la producción de leche, si no los ataques y el sabotaje. Pese a los reformistas, es imposible conciliar los intereses de los trabajadores y los pobres con los de los capitalistas. No existe una burguesía, unos empresarios patriotas. Toda concesión hecha a la reacción es tomada como un signo de debilidad, no de amistad. Serán los hechos, pese a la presión de la burocracia reformista los que empujen cada vez más  al gobierno a tomar medidas contra los capitalistas. En definitiva, el látigo de la contrarrevolución será el que empuje la revolución de nuevo.


Muestra de ello es que pese a la subida de precios de algunos rubros regulados, la situación de desabastecimiento, y subida de precios ha obligado al gobierno a tomar nuevas medidas contra la carestía y el sabotaje. Recientemente el gobierno tuvo que reformar el decreto de la ley contra el acaparamiento, la especulación y el boicot, aprobado el año pasado, endureciendo su contenido, elevando las penas de cárcel, sentando la posibilidad de la ocupación temporal de la planta y la de la expropiación sin indemnización.


Evidentemente esto no ha sentado bien a los empresarios. El Presidente de Fedecámaras, José Manuel González, afirmó que esta reforma "aleja la inversión y atenta contra la empresa privada" y es una ley "inconstitucional" señalando que está en contradicción con lo expresado por los venezolanos en el referéndum constitucional. "La economía no funciona por decreto sino que tiene su propia dinámica. No se puede continuar poniéndole camisas de fuerza a la economía a través de más controles y leyes, que traen consecuencias perjudiciales para los consumidores, quienes son los más afectados, especialmente los de más bajos recursos". El Presidente de Fedecámaras "ve claramente una predisposición negativa y una actitud hostil hacia la actividad empresarial". Éstas no son precisamente las mejores medidas para llegar a un acuerdo con los empresarios.

Al mismo tiempo las requisas de rubros por parte de la Guardia Nacional se han disparado, en esa lucha contra el acaparamiento y el desvío de alimentos para el mercado negro, ha llegado a tocar a la principal distribuidora y productora de alimentos del país, la Polar.


Exxon obtiene una orden judicial congelando cuentas de PDVSA en el extranjero


La presión y las contradicciones en el terreno económico no se dan sólo en el interior si no también en el exterior amenazando los intereses de la principal fuente de recursos del país, el petróleo. Esta semana la multinacional Exxon obtuvo órdenes judiciales para congelar unos 12 mil millones de dólares en activos de Pdvsa en Holanda, EEUU y Gran Bretaña. Todo ellos viene del desacuerdo de la  multinacional norteamericana con el monto de la compensación que ofrecía el gobierno venezolano tras las nacionalizaciones de la Franja Petrolífera del Orinoco, en mayo del año pasado. En las mismas el Estado venezolano se hacía cargo del 60% de las acciones de los proyectos de explotación de la franja del Orinoco. Estas órdenes judiciales tienen su precedente en las acciones del imperialismo norteamericano en Cuba tras las nacionalizaciones del gobierno de Fidel y el Ché y que empujaron la revolucíon por la vía de la nacionalización y planificación del conjunto de la economia cubana. Ya se verá  el desarrollo concreto de estas órdenes judiciales, y el impacto que tienen, pero pueden significar un punto de inflexión en la revolucíon venezolana si empujan al gobierno venezolano a tomar medidas contra los intereses norteamericanos en Venezuela.

La presión para aislar la revolución se redobla a través de varios frentes ante el temor de las burguesías de todo el continente y del imperialismo de que el ejemplo de la revolución venezolana se extienda a todo el continente.


El pasado martes 5 de febrero en informe presentado ante el Senado de los Estados Unidos, el director de inteligencia nacional de los Estados Unidos, Michael McConnell, dijo que Venezuela intenta desestabilizar las democracias de Bolivia y Nicaragua, y en menor medida la de Ecuador. Ha acusado a Venezuela de financiar al FMLN y de inmiscuirse en las próximas elecciones en El Salvador. La consecuencia por ahora ha sido la llamada a consultas del encargado de negocios de El Salvador en Venezuela. Elías Antonio Saca, el presidente de El Salvador señaló que hay "una relación muy cercana entre el gobernante de Venezuela, Hugo Chávez, y el FMLN" y dijo que su Gobierno también investigará la sociedad establecida por la compañía estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) y 58 alcaldes de municipios gobernados por ese partido de izquierda para vender gasolina por debajo de los precios del mercado. Está claro que el imperialismo norteamericano teme la victoria de la izquierda en El Salvador y trata de utilizar sus recursos para impedirlo.


La provocación del gobierno de Colombia y el vídeo de Di Martino


Otro punto de conflicto está siendo Colombia. La crisis por la liberación de los rehenes de las FARC, en donde la presión social desde abajo en Colombia, pese a la negativa del gobierno de Uribe y del imperialismo a que Chávez gestionara la liberación, llevó a que Uribe tuviera que consentir la liberación de los rehenes y no sabotearla. Evidentemente, en nada beneficia al imperialismo norteamericano que Chávez aparezca como mediador en la liberación de los rehenes cuando la matriz de opinión es que Chávez es un dictador que apoya el terrorismo y el narcotráfico.


Para hacer frente a los éxitos de Chávez en este sentido (que están teniendo un gran efecto en Colombia acelerando la crisis en el aparato estatal, las divisiones en la burguesía y azuzando el descontento de las masas) el gobierno de Uribe aleccionado desde el departamento de estado norteamericano, llevó una campaña en dos sentidos: por un lado organizando una campaña de movilizaciones contra las FARC en todo el mundo, y en la propia Colombia para desviar la atención y tratar de tomar la iniciativa en el terreno de la lucha por la liberación de rehenes tratando de ocultar la realidad: que al Estado colombiano le interesa mantener el conflicto con la guerrilla y la existencia de rehenes. Y por otro lado el gobierno de Uribe lanzó la acusación a Di Martino,  Alcalde bolivariano de Maracaibo de apoyar a la guerrilla colombiana. Para sostener esta acusación presentaban un video donde al parecer se ve a una persona que dicen es Di Martino, suministrando víveres a otra persona que dicen es un guerrillero. El gobierno colombiano no sólo acusó a Di Martino, sino que además el vicepresidente de Colombia, Francisco Santos, acotó que "Si existe evidencia, lo que necesitamos es capturarlo (a Di Martino) y ponerlo en la cárcel". Esto evidentemente es una provocación para el gobierno venezolano.


Ante esta situación el Presidente Chávez reiteró que Estados Unidos está creando condiciones para que ocurra un enfrentamiento bélico entre Colombia y Venezuela. Chávez señaló que el vídeo en cual el alcalde de Maracaibo, Giancarlo Di Martino, aparece junto a un supuesto guerrillero, forma parte de un plan que pretende justificar cualquier acción del gobierno colombiano contra Venezuela. Chávez dijo que "Están acusando ahora con un video trucado, en el cual no se ve ninguna imagen clara, al alcalde de Maracaibo - que es compañero nuestro - de estar dándole armas y logística al ELN, y el vicepresidente de Colombia, en un gesto de locura, dijo que ellos van a venir a llevárselo. Haremos una guerra entonces".


El imperialismo norteamericano si ve amenazados sus intereses no dudará en balcanizar el continente americano enfrentando a pueblo hermanos para mantener su dominio e intentar aplastar la revolución. La guerra contra Venezuela por parte de Colombia no está descartada de su agenda, y por ello los revolucionarios tenemos que tomar esa posibilidad en serio. De llevarse a cabo a través de algún tipo de provocación, esta aventura, podría salirle muy cara a la oligarquía colombiana. Por un lado, la revolución no conoce fronteras y un conflicto armado entre Colombia y Venezuela, desataría la lucha tanto de la guerrilla como del movimiento de los trabajadores en las ciudades contra el régimen de Uribe que se mantiene sobre la represión del paramilitarismo y la incapacidad de los métodos guerrilleros para derribarlo. Uribe queriendo evitar con una guerra el triunfo de la revolución en Venezuela se puede encontrar con que estalla en Bogotá.


Por otro lado, Venezuela es actualmente el segundo socio comercial de Colombia y un sector de los capitalistas no vería con buenos ojos otro conflicto armado. Por eso la burguesía colombiana pese a la presión del imperialismo se va a pensar mucho antes de atacar la revolución venezolana. Aún así, la infiltración de paramilitares colombianos, que es un intervención de bajo nivel, continua sobre todo en los estados fronterizos con Colombia, pese a las continuas denuncias de este hecho siendo ésta una amenaza para la revolución.


El sabotaje de la burocracia y del reformismo a la construcción del socialismo


Todos estos factores juntos empujarán al gobierno a tener que tomar medidas más a la izquierda obligado por los hechos si no quiere sucumbir. El Gobierno Bolivariano tiene dos caminos delante de él. El camino de Cuba, expropiando a los capitalistas e imperialistas, o la sangría de Chile. O, en el mejor de los casos, la contrarrevolución a través de las urnas como en Nicaragua. No van a valer medias tintas: o se toman medidas decisivas contra los capitalistas, o no se resolverá el sabotaje económico, si no que se recrudecerá, con el aumento del descontento y la apatía en las masas que apoyan la revolución y que son la única garantía de que Chávez se mantenga en el poder.


Durante una época parecía que la revolución bolivariana podía llevar a cabo lo que nunca otras revoluciones pudieron: realizar una transformación profunda de la sociedad sobre la base de la reforma del aparato estatal burgués. Sin embargo, para llevar adelante una revolución, no basta con que un grupo de revolucionarios gane la mayoría en las urnas y esté al frente del gobierno.


La fuente de poder para un gobierno auténticamente revolucionario, parafraseando a Lenin, no está en una ley, previamente discutida y aprobada por el parlamento, si no en la iniciativa directa de las masas populares desde abajo y en cada lugar, en la toma directa del poder.


Prueba de ello es que los mayores logros de la revolución, las misiones, se han desarrollado sobrepasando el aparato del Estado burgués. Los mayores avances de la revolución se han dado sobre la base de la participación directa del pueblo en la resolución de los problemas del país.


Como estamos viendo el último año, pese a que el gobierno controla el monto de la renta petrolera se le está escapando el control de la  economía. En la medida que la burguesía sigue controlando los monopolios puede sabotear la economía, que fue uno de los factores decisivos que llevaron a la derrota en el referéndum constitucional.


Del mismo modo en muchos  asuntos decisivos, al gobierno se le escapa el control del aparato del Estado. La ley de amnistía del pasado 31 de diciembre además de ser un grave error es una muestra de que el aparato estatal no obedece al gobierno. Es el reconocimiento por la vía de los hechos de la imposibilidad de que el aparato estatal burgués sirva para castigar a la burguesía y sus secuaces. Durante 6 años fue incapaz de juzgar a los responsables del golpe de estado de 2002 y del criminal paro petrolero. Ese intento de juzgarlos costó la vida del fiscal Danilo Anderson. Es el mismo aparato estatal que permitió que se escaparan de la cárcel golpistas como Carlos Ortega. Lo mismo sucede con otras cuestiones como la situación en las prisiones y la inseguridad.


Buena parte de los proyectos de reactivación industrial del Presidente Chávez no se ejecutan fruto del sabotaje interno del aparato burocrático que está ligado por mil hilos, visibles e invisibles, con la burguesía. La única salida a esta situación es que crear un estado revolucionario que sustituya al aparato del estado burgués heredado de la IV república. La principal lección que sacó Marx de la Comuna de París en Francia es que los trabajadores, los pobres, no podían tomar la vieja maquinaria del Estado para ponerla  a su servicio, es necesario destruirla. Esa es la misma lección que tiene que sacar el Presidente Chávez y ponerla en funcionamiento. Como señala Marx en su libro La Guerra Civil en Francia:


"La Comuna estaba formada por los consejeros municipales elegidos por sufragio universal en los diversos distritos de la ciudad. Eran responsables y revocables en todo momento. La mayoría de sus miembros eran, naturalmente, obreros o representantes reconocidos de la clase obrera. La Comuna no había de ser un organismo parlamentario, sino una corporación de trabajo, ejecutiva y legislativa al mismo tiempo. En vez de continuar siendo un instrumento del gobierno central, la policía fue despojada inmediatamente de sus atributos políticos y convertidos en instrumento de la Comuna, responsable ante ella y revocables en todo momento. Lo mismo se hizo con los funcionarios de las demás ramas de la administración. Desde los miembros de la Comuna para abajo, todos los que desempeñaban cargos públicos debían desempeñarlos con salarios de obreros. Los intereses creados y los gastos de representación de los altos dignatarios del Estado desaparecieron con los altos dignatarios mismos. Los cargos públicos dejaron de ser propiedad derivada de los testaferros del gobierno central. En manos de la Comuna se pusieron no solamente la administración municipal, sino toda la iniciativa llevada hasta entonces por el Estado...

..Los funcionarios judiciales debían perder aquella fingida independencia que sólo había servido para disfrazar su abyecta sumisión a los sucesivos gobiernos, ante los cuales iban prestando y violando, sucesivamente, el juramento de fidelidad. Igual que los demás funcionarios públicos, los magistrados y los jueces habían de ser funcionarios electivos, responsables y revocables."


Lecciones de la Revolución Rusa de 1917 para Venezuela


A este respecto la experiencia de la Revolución Rusa de 1917 también es aleccionadora para la Revolución Bolivariana. El Presidente Chávez está rodeado de personas que le dan una visión falseada de lo que fue la Revolución de Octubre. Muy particularmente los estalinistas, que siempre han sido la derecha en el movimiento obrero.


Durante la revolución rusa de 1917, la dirigencia de los soviets (Consejos Obreros) - ue eran el nuevo aparato estatal revolucionario que compitió con el aparato estatal burgués y monárquico durante 8 meses, de febrero a octubre, alcanzando al final la victoria- que estaba en manos de partidos reformistas, pudieron tomar el poder pacíficamente. Es decir, desmantelar el viejo aparato estatal del país para que el Estado obrero diera solución a los problemas de Rusia en 1917; la cuestión de la participación de Rusia en la Primera Guerra Mundial, donde habían muerto cerca de 5.000.000 millones de rusos y el problema de la distribución de la tierra que se estaba en manos de los terratenientes feudales.


Los partidos reformistas (Socialrevolucionarios y Mencheviques) no dieron ninguna solución a estos problemas. Al contrario, no tomaron el poder, no desmantelaron el viejo aparato estatal, si no que lo vivificaron y le dieron nuevo brío. Continuaron la guerra imperialista, plegándose completamente a los intereses de Francia y Gran Bretaña. No acometieron la reforma agraria. En definitiva, no resolvieron ni uno solo de los problemas acuciantes de las masas.


Esto llevó en un momento dado a que la contrarrevolución, basándose en la confusión de las masas generada por la política de los reformistas (que llegaron incluso a la represión contra la vanguardia que se manifestaba contra la continuación de la guerra en julio de 1917), pudiera levantar la cabeza y preparara el golpe de estado del General Kornilov. El golpe fue derrotado fundamentalmente porque toda la indignación contra la política de los reformistas no se transformó en apatía y desmoralización, si no en una nueva oleada revolucionaria que llevó a la toma del poder de la clase trabajadora fruto de la existencia de un partido marxista con una política correcta y una sólida base entre la clase trabajadora. El partido Bolchevique dirigido por Lenin y Trotsky.


El apoyo a los bolcheviques vino de las masas que antes habían estado confundidos por la política de los reformistas y que durante un tiempo los habían apoyado. Fruto de las ideas correctas y de la flexibilidad en el terreno organizativo y táctico de los bolcheviques, las masas se pasaron al lado de los marxistas en septiembre-octubre de 1917, cuando ganan la mayoría  democráticamente en las elecciones en los soviets.


La lección fundamental para el conjunto del movimiento revolucionario de la revolución rusa es: Hay que construir una poderosa Corriente Marxista Revolucionaria en el seno del mismo para combatir el reformismo y el burocratismo y para darle un rumbo auténticamente socialista a la revolución.


Es necesario que la clase trabajadora marque el camino a seguir en la lucha contra el sabotaje


El poder del Presidente Chávez emana del apoyo del pueblo, ninguna iniciativa prospera si no es sobre la base de la movilización del pueblo. Toda iniciativa del Presidente choca y chocará con el sabotaje de la burocracia y de la burguesía si no es acompañada de la iniciativa revolucionaria de las masas, muy en particular de las masas de la clase obrera.

En ese sentido la dirección del movimiento sindical revolucionario no ha estado a la altura de los acontecimientos. Las peleas y divisiones en el seno de la dirigencia de la UNT han paralizado el movimiento obrero para sus tareas revolucionarias. Tanto el reformismo como el sectarismo ha llevado a la parálisis a la clase obrera para acometer sus tareas revolucionarias. Es hora de dejar atrás esas diferencias. La clase trabajadora es la única que puede hacer frente al sabotaje económico.


Por ello  es positiva la declaración realizada en el "Documento para la discusión de las distintas corrientes de la UNT. Ante la crisis por falta de productos básicos, el acaparamiento y saboteo de las empresas, dirigentes de la UNT fijan posición", aparecido en aporrea recientemente y firmada por Colectivo Trabajadores en Revolución (CTR) ligada a Marcela Máspero, Educadores Bolivarianos, Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-CURA), Marea Socialista, ligada entre otros a Stalin Pérez. En el citado escrito se hace un llamado a la lucha contra el acaparamiento y se señala:


 "La UNT propone impulsar desde las Federaciones Nacionales y los sindicatos, junto a los Consejos Comunales y otras organizaciones populares, la construcción de equipos anti acaparamiento, antiespeculación y antiexportación de productos que escasean en el país. En primer lugar proponemos la coordinación y convocatoria a reuniones, encuentros y ruedas de prensa de todos los sectores sindicales ligados a la producción de alimentos y al transporte y distribución de los mismos para encarar un plan urgente de medidas, puestas a disposición de los demás sectores de la población afectados por el desabastecimiento.


Proponemos que haya contraloría social y un fuerte seguimiento de las actividades que desarrolle PDVAL y los Pdvalitos, la nueva iniciativa del gobierno de importación, producción y distribución de alimentos. Que se creen instancias para que los trabajadores de este organismo puedan denunciar cualquier indicio de burocracia y proponer medidas para un mejor funcionamiento. Proponemos un cambio radical en la gestión de Mercal, enorme conquista social que ha demostrado en el último período un grave deterioro y vicios burocráticos en su conducción. También solicitamos al gobierno nacional que haga efectiva duras condenas contra todas las empresas y comerciantes que acaparan o sabotean la producción. Se debe escuchar a los trabajadores de esas empresas, y allí donde se constate una acción de saboteo patronal pasar a su expropiación bajo control de trabajadores y las comunidades.


Allí donde exista una empresa que se niega a entregar productos y comercio que pone por cuenta gota o esconde mercancías o eleve los precios, los trabajadores y los consumidores las denuncien y se organicen movilizaciones conjuntas con las comunidades sobre sus instalaciones. De los recursos enormes de PDVSA deben salir créditos no para los grandes empresarios del campo y la ciudad, sino para las comunidades que realicen emprendimientos productivos, para los proyectos de desarrollo endógeno, para las organizaciones del campo que recuperan tierras y pueden ponerla a producir. Por otro lado, contra el contrabando o extracción de productos para otros países, es necesario reforzar los controles existentes a fondo y castigar severamente a los empresarios vinculados con estos ilícitos. El gobierno ha comenzado a tomar medidas en este sentido utilizando fuerzas militares en esas zonas, pero debe incorporar a las organizaciones del pueblo para esa tarea, única forma de evitar que la corrupción debilite el seguimiento de los que trafican con nuestros alimentos. En los estados fronterizos, los trabajadores estamos dispuesto a formar parte de brigadas de control."


Estas propuestas son correctas y deberían ir más allá. Los dirigentes de UNT deben pasar de las palabras a los hechos y acciones concretas. Es necesario organizar un plan de lucha conjunto tratando de coordinar a todos los sectores de los trabajadores. La dirigencia de la UNT, los sindicatos de base dejando a un lado las divergencias anteriores debería organizar en primer lugar una Conferencia Nacional para luchar contra el sabotaje patronal con el fin de implementar una jornada de lucha nacional de toma y  ocupación de la agroindustria para luchar contra el desabastecimiento y el sabotaje. Organizar un encuentro con 1.000 ó 2.000 trabajadores de todo el país en donde se prepare y debata un plan de acción contra el sabotaje económico. Eso permitiría reorganizar de nuevo el movimiento sindical revolucionario dejando a un lado las diferencias y las riñas del pasado.


¿Acaso la UNT con todos sus diferentes sectores y sindicatos afiliados no podía realizar una acción colectiva de toma y puesta bajo control obrero de la industria agroalimentaria (o de varias plantas emblemáticas del país) coordinada con los trabajadores y los campesinos? Se debería hacer un llamado al FNCEZ para que se uniera a las tomas coordinadas, pues ya ha mostrado su voluntad de hacerlo numerosas veces. El movimiento campesino está esperando que la clase trabajadora le muestre el camino. Así como al FRETECO, que agrupa a los trabajadores de las fábricas cogestionadas y ocupadas para implementar esa acción colectiva.


Sin duda alguna de cara al Presidente Chávez y al conjunto de las masas, que los trabajadores tomen las fábricas y se pongan a la vanguardia en la lucha contra el sabotaje y desabastecimiento tendría una importancia central para que el gobierno nacionalizara efectivamente las empresas que están saboteando y aplicara todas las posibilidades que da la ley. En el fondo, el gobierno lo que haría no es otra cosa que sancionar por decreto la acción de las masas, de los trabajadores  en la calle.


Frente al sabotaje y el desabastecimiento, control obrero de la producción e implementar los consejos de trabajadores y las ocupaciones de fábricas


Para combatir la presión de la burocracia sobre el Comandante Chávez es necesario, sobre todo, hechos, acciones que muestren al Presidente cuál es el camino a seguir. La política de los reformistas y los burócratas está condenada al fracaso porque en vez de aplacar a la reacción la envalentona, como se está viendo en las últimas semanas. Su política es una amenaza mortal para la revolución.


El sabotaje va a arreciar y por ello, al mismo tiempo, éste es el mejor momento para implementar desde la base aspectos claves de la reforma constitucional. Por ejemplo, la cuestión de los consejos de trabajadores en este momento cobra toda su relevancia. Frente al desabastecimiento, control obrero de la producción para realizar una contraloría social de la producción y de la distribución, y luchar contra los especuladores. Y la mejor manera de llevarlo a cabo es implementado los consejos de trabajadores. No esperando a que el gobierno la decrete, sino impulsándolos desde la base, lanzando una campaña nacional de la UNT, sindicatos revolucionarios, trabajadores revolucionarios contra el sabotaje y el desabastecimiento, formando consejos de trabajadores, tomando empresas, ocupándolas y poniéndolas a producir a plena capacidad.


Sólo sobre esta política se darían las condiciones para en el  futuro garantizar dos cuestiones que, cada vez más, dependen la una de la otra: la transformación socialista de Venezuela, expropiando a los capitalistas y construyendo un nuevo Estado revolucionario, y la reelección del Presidente Chávez por más mandatos.

 

Agradecimiento