Elecciones en Venezuela: ¿Por qué manipula tanto el diario "El País"?

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Uno no puede leer si no con indignación la cobertura que la prensa mundial está haciendo del referéndum constitucional en Venezuela que se celebra hoy. Muy particularmente la prensa española es especialmente venenosa y pérfida contra la democracia en Venezuela. La simple decisión de permitir que el presidente o cualquier otro cargo de elección popular tenga la posibilidad de postularse cuantas veces sea necesario a través de una reforma de la constitución en referéndum (es decir, de un aumento de los derechos democráticos de los venezolanos) está siendo motivo de una campaña desesperada por criminalizar la revolución venezolana y especialmente señalar que esto es un paso más hacia la dictadura de Chávez.

 

Uno no puede leer si no con indignación la cobertura que la prensa mundial está haciendo del referéndum constitucional en Venezuela que se celebra hoy. Muy particularmente la prensa española es especialmente venenosa y pérfida contra la democracia en Venezuela. La simple decisión de permitir que el presidente o cualquier otro cargo de elección popular tenga la posibilidad de postularse cuantas veces sea necesario a través de una reforma de la constitución en referéndum (es decir, de un aumento de los derechos democráticos de los venezolanos) está siendo motivo de una campaña desesperada por criminalizar la revolución venezolana y especialmente señalar que esto es un paso más hacia la dictadura de Chávez. 


La campaña contra Chávez trata de ocultar el movimiento revolucionario de masas
Photo by abnLa causa de toda esta inquina, de toda esta campaña de mentiras, está  en el miedo que tiene  la burguesía mundial a la revolución  venezolana. Ante todo se trata de ocultar bajo un mar de mentiras y tergiversaciones que en Venezuela existe un movimiento de masas, que hay una revolución. Y que esa es la base sobre la que el Presidente Chávez puede mantenerse en el poder. Al contrario, la matriz de opinión de la prensa trata de mostrar a Chávez como un tirano, que consigue mantenerse en el poder sobre la base de la violencia , la intimidación y la compra del pueblo sobre la base de la renta petrolera. 


Uno  de los ejemplos más sangrantes sobre la campaña contra “la dictadura chavista” es la línea editorial del diario “El Pais” de España.  Por ejemplo el día de hoy 15 de febrero en portada de la edición digital de “El País”. En el mismo hay un artículo titulado “Chávez quiere volver a ser Chávez”. El articulo comienza, no dando una información, si no diciéndonos cómo al periodista lo llama Chávez... en una grabación.  El periodista  Pablo Ordaz asocia este mensaje telefónico a la idea de que en Venezuela, el pueblo en determinadas zonas no tiene celulares, es pobre y que esto es una muestra supuestamente del despilfarro de Chávez y cómo él mismo utiliza todos los recursos del estado para perpetuarse en el poder.  ¿Se puede manipular más una noticia?.  No refleja un hecho, si no que concatena una experiencia personal con otros hechos para dar una opinión personal preconcebida. Otro ejemplo de manipulación que "El País" elabora en el artículo es la expresión “Los venezolanos siguen estando "a la orden" cuando les llaman a votar”. Estar a la orden es una expresión coloquial que significa “estar a disposición”. Claro, “El País”  manipula la idea ligándola a la militarización del país y como una prueba más del avance del totalitarismo chavista en la sociedad.
Hugo ChávezEn ese mismo artículo aunque le pese al autor tiene que reconocer la causa fundamental de que Chávez siga ganando (la verdad no se puede tapar como el sol con un dedo), incluso para un reaccionario que se pasee por las calles de Caracas: “La cuestión, que todavía pesa a la hora de votar y contra la que tiene que luchar la oposición a Chávez, es que hasta no hace tanto en esos barrios de mala muerte y peor vida nadie había visto a un médico.”  ¡Por fin parece que la verdad asoma!


Pero ¡¡ah! despacio!! No sea que algún lector de “El País” haya terminado de leer el artículo y haya sacado una conclusión positiva o al menos que se acerque a la verdad de lo que sucede en Venezuela. Al final del artículo hay un apéndice que dice:  “Ley seca y tiros”. En él se relata la prohibición de vender alcohol durante la jornada electoral (asociándolo con Chicago en los años 30) y da fe del asesinato de varios jóvenes por el hampa. No sea que algún lector saque conclusiones equivocadas a las que nosotros (los editores del país) queremos que saquen.


¿Es el pueblo venezolano capaz de tomar sus propias decisiones?


En el fondo a esta campaña internacional  (y este artículo) subyace la idea de que el pueblo venezolano, las masas no tienen criterio para elegir y su opinión es maleable como la arcilla. Es la vieja idea de la burguesía venezolana que está impregnada hasta el tuétano de la idea imperialista, que repite “El País” todos los días, no directamente, pero sí subrepticiamente, de que los pueblos de los países atrasados (generalmente pobres en su gran mayoría) no pueden gobernarse por sí mismos pues carecen de cultura, educación e instrucción. Esto explica para ellos que cualquier oportunista, populista, (Chávez) puede comprar o manipular en base a la propaganda  al pueblo, que carece de criterio propio. Por ello pese a que Chávez convoque elecciones una y otra vez éstas no reflejaran la voluntad del pueblo, pues éste carece de ella, si no la de la maquinaria electoral chavista, que además, según la derecha, coarta la libertad de expresión. 


Esta idea, que está detrás de toda la campaña, es la idea que desde el siglo XVI ha justificado la dominación imperialista sobre los pueblos coloniales. No pueden gobernarse por sí mismos, si no que necesitan del concurso de los países más adelantados. No hay idea más repugnante y que refleje mejor la mentalidad de la burguesía imperialista y de sus plumíferos a sueldo. Esa idea la repite la burguesía española que tiene intereses muy poderosos en América Latina. Muy especialmente el grupo Prisa propietario de “El País” que tiene en su poder buena parte de los medios de comunicación del continente.
Los trabajadores y pobres venezolanos han demostrado un elevado  nivel  de conciencia y un criterio muy alto para distinguir quiénes defienden sus intereses y quiénes no. Especialmente están prevenidos contra la manipulación de los medios de comunicación, demostrando su conocimiento, cultura e instinto político certero.


Durante el golpe de estado de abril de 2002, todos los medios de comunicación  intentaron crear una matriz de opinión, respecto a que Chávez era responsable de la matanza de Puente Llaguno, cuando una marcha de la derecha  trató de llegar hasta el Palacio de Miraflores. Esta marcha se desvió de su recorrido y se encontró con manifestantes bolivarianos y la guardia nacional que impidieron que continuara  hasta la sede del gobierno nacional. Hubo disparos de francotiradores y decenas de muertos y heridos. Como se probó después, y se jactaban públicamente los golpistas, todo formaba parte de un complot organizado por la oposición y el imperialismo que perseguía criminalizar a Chávez con el fin de justificar el golpe de estado que se dio el 11 de abril.

Los organizadores del golpe, los actuales dirigentes de la oposición, esos que el periodista de “El País”, Pablo Ordaz, señala en su artículo de hoy como: “Los gobernantes que representan al bloque opositor son, casi con toda seguridad, más demócratas que los instalados ahora en el poder”, cerraron todos los medios de comunicación del gobierno de Chávez. Mientras tanto todos los medios privados justificaban el golpe de estado y silenciaban las muestras de rechazo al golpe que eran duramente reprimidas en la calle. Hay que señalar que por aquel entonces el diario “El País” se felicitó por la caída de Chávez manifestándose a favor de golpe fascista.

¿Cuál fue la actitud de los trabajadores y pobres venezolanos, esa masa cuya opinión según la derecha, el imperialismo y sus periodistas es moldeable como arcilla, carece de criterio propio y se dejan llevar por el primero que les da unas monedas? Los trabajadores y pobres salieron en masa a las calles para derrotar el golpe y restituir al presidente que había sido elegido por ellos mismos. Los trabajadores y pobres no se dejaron engañar. Ese desprecio a las masas, condujo a la derrota de la derecha y el imperialismo. Sin embargo, la  reacción del pueblo no sorprendió  a los marxistas que basamos toda nuestra política en la confianza en la capacidad de lucha, de iniciativa revolucionaria de las masas.

La expulsión del periodista y eurodiputado derechista Luis Herrero

texto alternativo

A todo esto se suma la expulsión del país del eurodiputado del PP, Luis Herrero. Herrero, periodista de derechas, que durante años trabajó en la cadena de radio COPE  al servicio de la Conferencia Episcopal  española  -es decir, un conocido reaccionario- vino a Venezuela de la mano del partido de derechas católico Copei, como observador electoral. Nada más llegar, en rueda de prensa, habló contra el proceso electoral cuadrándose con la oposición. Eso motivó su expulsión del país. Según la prensa burguesa otra muestra más del carácter antidemocrático de Venezuela.
Un país que lucha por su independencia nacional y por el derecho a regir sus propios destinos tiene el derecho a defenderse de cualquier injerencia extranjera en sus asuntos internos: por ello la expulsión de Luis Herrero que entró grosera y provocativamente en la campaña electoral a favor del NO, está plenamente justificada. La revolución venezolana tiene el derecho y el deber de defenderse y hacerse respetar.


Lecciones de la “democracia” española

Pero un momento. Comparemos España con Venezuela. ¿Qué sucede en España, cuando una ciudadano de nacionalidad española, (no un extranjero) da opiniones desfavorable contra el jefe del estado (el rey)? Pues que súbitamente termina la democracia y todo el peso de la justicia burguesa cae sobre él para acallar una opinión desfavorable hacia el monarca y su familia. Se secuestran revistas, se lleva a juicio a alcaldes, se amenaza con años de cárcel a quien quema fotos del monarca, etc. En fin, toda la maquinaria del aparato estatal se pone en funcionamiento para salvaguardar la imagen del rey y amedrentar a todo aquel que exponga opiniones desfavorables sobre la vida del Rey de España y su familia.


Este personaje, el Rey, es uno de los hombres más ricos de España, nunca  fue elegido por los españoles, si no que fue puesto a dedo por el general fascista Franco, con el que compartió los últimos años de la dictadura cómodamente mientras los trabajadores españoles luchaban por tumbar el régimen fascista, siendo recompensados por Franco y el entonces Príncipe que colaboraba activamente con el dictador, con represión y cárcel. ¿Imaginamos que pasaría en España si un extranjero (más sí tiene un puesto de responsabilidad) expresara opiniones contrarias al jefe del estado y contra la “democracia” española? La  pregunta se responde por sí misma.


Los trabajadores de todo el mundo deben conocer la verdad sobre la revolución venezolana.


Los trabajadores de todo el mundo no deben dejarse engañar con la campaña de propaganda del imperialismo. Lo que vemos en Venezuela es la expresión de un pueblo que lucha por liberarse del yugo del imperialismo y el capitalismo. Por eso el odio mortal de la burguesía mundial que ven en ello una amenaza. Para aplastar esta revolución tienen que envilecerla a los ojos de millones de trabajadores y pobres del mundo, desfigurar su programa, sus contenidos y el auténtico espíritu que anima a millones de trabajadores y pobres venezolanos. La tarea de cualquier persona progresista es defender la verdad de lo que sucede en Venezuela frente a las mentiras de los órganos de expresión del capital y el imperialismo como el diario “El País” de España.

 

 

Agradecimiento